Un café en Buenos Aires
desde los más consagrados escritores hasta los que apenas comienzan su carrera literaria e importantes libreros, editores y lectores de Latinoamérica.
Como escritor, uno aspira a entender la literatura de un modo que no se planteaba en su alegre época de lector puro. Definitivamente, los escritores somos seres heridos, que mediante una construcción social que nos fue cedida, intentamos combatir y transformar una realidad que golpea fuerte. No es la única visión: también existe una literatura exclusivamente funcional a la ley del mercado y a lo superestructural, con todo lo que eso implica, pero en su estado puro, por su intrínseco carácter de herramienta reflexiva y sensible, la literatura es un fenómeno que tiende a modificar la estructura de los procesos cognitivos, haciendo que lo práctico vivencial comparta espacios con lo conceptual, lo cual implica nuevas formas de pensamiento, y por tanto, un potencial cuestionamiento y detección del conjunto de ideas dominantes. En ese marco, la necesaria reflexión sobre estos temas conduce, inevitable y afortunadamente, a un diálogo entre creadores. De esa forma, desde la indagación y la deliberación, en un intercambio franco entre escritores, lo empírico sucede a teórico y lo teórico a lo empírico, generando un espiral ascendente, en el que la dialéctica deriva siempre en nuevas tesis y antítesis.
Arcilla azul es un libro sutil y misterioso, de una belleza limpia, acrecentada por los cambios de voces y perspectivas, que enriquecen el personaje de Silvia.
Son cuentos ágiles, punzantes, irónicos y divertidos, sin que esto excluya la sombra dramática que también contienen.
Selección de ensayos críticos sobre la realidad económica, cultural y política de Estados Unidos y sus vastas implicaciones internacionales. Entre los temas centrales sobre los cuales el autor ha reflexionado en las últimas dos décadas se cuentan la cultura de las máscaras en el arte popular y en el inconsciente nacional, la hiperfragmentación del individuo, la construcción de la realidad a través de narrativas sociales, el dictado narrativo de los mayores poderes sociales, como lo son el dinero y las castas sociales que nos han llevado progresivamente a una nueva forma de feudalismo, ya no asentado en la propiedad de la tierra sino del capital y las finanzas. En todos los ensayos se puede ver la urgencia de responder al momento histórico, a sus eventos particulares con un permanente esfuerzo por contextualizarlos en un marco histórico mayor, entendiendo que el olvido es una de las principales armas de la violencia moral, social y, finalmente, militar.
A los cincuenta años de la publicación de Para leer al Pato Donald, me alegra leer un libro como La frontera salvaje que explora detalladamente las formas menos sutiles en que Estados Unidos, durante doscientos años, ha buscado influir y torcer el destino de nuestra América Latina».
Ariel Dorfman
«La frontera salvaje es un libro escrito con coraje y deslumbrante lucidez. De lo mejor que he leído en mi vida».
Víctor Hugo Morales
«Un libro monumental».
Frederico Füllgraf
«Simplemente, poderoso».
Noam Chomsky
La frontera salvaje no es solo un recorrido por los eventos más importantes de los últimos doscientos años que marcaron la expansión de las Trece colonias sobre las naciones indígenas y sobre ese vasto territorio que hoy llamamos América Latina, sino también la revelación de la lógica de sus guerras infinitas, de su expansión y de sus sistemáticas intervenciones, directas o secretas en los diversos pueblos del sur. Estas prácticas militares y narrativas (basadas en el interés económico de los de arriba, en el fanatismo religioso y en el racismo inoculado en los de abajo) fueron el inicio y la continuación del imperialismo de Washington en el resto del mundo, siempre bajo otros nombres y otras excusas. Ese pasado profundo, como en otros momentos de la historia, explica el presente y predice el futuro de la mayor potencia económica y militar del mundo.
Moscas en la telaraña es un libro notable, una denuncia contundente y un anuncio de todo lo que estamos viviendo en el mundo de hoy».
Boaventura de Sousa Santos